Vivienda en el Maresme


El proyecto se debía desarrollar en una parcela que ocupaba el final de un vial, un cul se sac, de forma triangular, con vistas sobre una riera y con un muro de más de cuatro metros en su lado norte y los vecinos demasiado cerca por el lado sur. En consecuencia, la vivienda se trató como un volumen hermético, con las mínimas aberturas en la parte central, y abriéndose hacia la parte más ancha, dónde da el salón y la habitación principal, volcándose sobre el jardín.  Las ventanas de las habitaciones y el estudio se solucionaron mediante una franja perpendicular a la fachada, que las enfrenta, y permite  incluir la gran claraboya que da sobre la escalera. La misma grieta, permite un cambio de dirección en la fachada, que recoge la piscina y una pérgola que protege el acceso. Los cerramientos se doblaron con un sistema de lamas de sección cuadrada lacadas en color gris plata, que forman un sistema de planos unidos por sus vértices; y que al cerrase, remarcan la sensación de volumen hermético. En colaboración con Octavio Mestre Arquitecto.